y su proverbial sandez

Nuevo libro

14:57 Posted by Martín Caño , 2 comments
Siempre sucede lo mismo, cuando estamos terminando un libro, además del acelerón de la acción o acontecimientos que al final siempre se producen, pues no olvidemos que el desenlace de la trama es al final, estamos muchas veces pensando ya en el siguiente volumen que vamos a leer, sucediéndose ante nosotros tantas posibilidades como surtida tengamos nuestra biblioteca.

Pero voy a hacer un recordatorio y pequeñísimo análisis del libro que acabo de terminar, por supuesto de Julio Verne, llamado la casa de vapor y del que ya analicé brevemente su inicio. En dicho análisis me quejaba de llevar leídas 160 páginas y estar viendo una guía turística de la India. Afortunadamente, con el pasar de las hojas, eso ha ido cambiando y las historias humas y la típicas aventuras de Verne se han hecho con el libro de fotos del turista.



Pero quizás el que considero "el mayor pecado" de Verne, se ha mostrado en toda su extensión en este libro, es decir, la previsibilidad. La historia está bien construida, y la relación de los momentos que transcurren es brillante, como siempre, con unas últimas 100 páginas verdaderamente vertiginosas, llenas de aventuras, tiros, malvados que parecen hacerse con la suya y buenos que de aguerridos, son incombustibles. Pero la virtud como creador de personajes que tiene Verne, se vuelve muchas veces en su contra, como es en este libro, y uno ve, se da cuenta, de que el francés no crea un personaje gratuitamente y que rara vez juega al despiste. Si Verne crea un personaje, volverá a aparecer tarde o temprano, teniendo un peso específico en la acción.

Esta faceta la comenzó a abandonar en su transformación en el "Verne oscuro", que a mi juicio tiene un exponente increiblemente magnífico en el libro "El Chancellor", pero en la mayoría de sus Viajes Extraordinarios está presente.

En resúmen, un libro muy entretenido y hasta didáctico, recomendable sobre todo para los que no conocen la India, aunque yo no termino de ver a un enorme elefante de vapor arrastrando a dos casas de noventa metros cuadrados por las carrerteras de mi pueblo. Quizás ese sea el problema de este libro, lo inconcebible de la situación. Aunque en su día seguro que también era inconcebible un submarino (20.000 leguas de viaje submarino) y, sin embargo, ahí quedó.

2 comentarios:

  1. es rara la ciencia focción que no es previsible. destaco a Asimov como un caso aparte.

    no he leido mucho más que los archiconocidos de verne. y me falta tiempo para leer, aunque también es mu gran hobby

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  2. Qué bueno verte por aquí Luis. Te recomiendo de Verne el citado "El Chancellor". Es un relato corto que en tres días lo has leido, pero a mí me caló muy, muy hondo.

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En "El Guajolote Sagrado" agradeceremos todos los preciosos textos que con que nos deleitarás, pero pero si escribes una guajolotada abominable, mejor que mejor.

No le faltes al respeto a ´naiden´