y su proverbial sandez

La F1 a Canarias ¿y mi camino?

Estaba el otro día trabajando frente a mi ordenador en la isla de la Palma y mis oídos captaron algo que pensé era una broma pesada proveniente de ese aparatejo del pasado llamado radio: en el Cabildo de Tenerife planean traer la Fórmula 1 a la Islas Canarias, en concreto a Tenerife. Ipso-facto me puse a investigar el asunto y, a grandes rasgos aquí expongo lo que averigüé.

La afición al mundo del motor en las Islas Canarias es algo innegable, quedando centrado generalmente este gusto en las diferentes categorías de rallyes, y es que no es raro por estos lares tener un vecino con una ruidosa máquina de carreras aparcada en su garaje. Les gusta. Por ello, desde el Cabildo de Tenerife (el gobierno de la isla) tienen en mente escuchar lo que ellos llaman el “clamor popular”, que lleva pidiendo, supuestamente, un circuito de velocidad desde hace 25 años.

El Presidente del Cabildo de tenerife, Ricardo Melchior, destacó en abril de 2009 que el proyecto del “centro insular de deportes del motor de Tenerife” nació en 2003, y que se afronta en estos momentos por cuestiones de catalogación del suelo donde se va a construir el circuito, ya que en principio hubo que confeccionar un Plan de Actuación Territorial, ese tipo de cosas que tanto gusta a los políticos, para terminar declarando los terrenos de “utilidad pública”. ¡Ya estamos diciendo lo que es útil para la comunidad sin preguntar a dicha comunidad!

¿Y qué es lo que se va a hacer? Un circuito de 3995 metros de largo cerca de la localidad de Granadilla de Abona, con una anchura uniforme de la pista de 14 metros, algo más ancha en recta de meta, hasta los 15 metros. La recta principal rondaría los 850 metros de longitud. En total serán 1.322.341 metros cuadrados los que se destinarán al nuevo circuito tinerfeño.

Rápidamente, los ecologistas saltaron a la yugular de los dirigentes canarios, solicitando la anulación del proyecto, calificando la obra como un proyecto que no es de interés general y cuestionando la necesidad del mismo. Así mismo, un portavoz de la asociación ecologistas Ben Magec, Francisco Castro, afirmó que el proyecto es disparatado para la isla y que el costo estimado de la construcción del circuito ascendería a más de 22 millones de euros, cifra desorbitada para una Comunidad Autónoma que tiene muchas carencias y que ronda el 30 por cien de tasa de desempleo en la actualidad. También consideraron que la entrada de actividades de F1 en el entorno, haría padecer graves trastornos a los animales que pueblan la zona, debido a una contaminación acústica descontrolada. Esto fue a finales de agosto de 2005.

La repuesta por parte de las autoridades no se hizo esperar, y solo dos días después, un portavoz del Cabildo de Tenerife aclaró que no tienen la pretensión de traer carreras de F1 a la isla, aunque las exhibiciones de este tipo de coches, así como la cabida de los entrenamientos de los diferentes equipos del gran circo serían contempladas.

En mayo de 2007, el Gobierno de Canarias comenzó una campaña agresiva de marketing en los principales circuitos europeos de F1, seis por aquél entonces, haciéndola coincidir con los grandes premios y donde se leía “Canary Islands, your next circuit”. Canarias quería que la F1 volase hacia el archipiélago, y se gastó en el stand publicitario más de dos millones de euros. Para no no querer traer la F1 a Canarias, las ganas que pusieron en todo lo contrario fueron al menos curiosas.

¡Y parió la abuela! Mucha batallita legal entre gobiernos y ecologistas y esta vez surgió la voz potente desde las mismas entrañas de la F1. Bernie Ecclestone y Flavio Briatore querían llevar la F1 a las Canarias, mostrando su disposición para viajar a las islas al objeto de ayudar a cerrar el proyecto, doble, pues también consideraron que un segundo circuito en la isla de Gran Canaria sería necesario. Esta aparición fue en octubre de 2007.

Parece evidente la disposición de la F1 de recalar en las Islas Canarias y del Gobierno de Canarias de atraer dicha categoría a Tenerife, por mucho que desde el cabildo tinerfeño lo nieguen y desacrediten las palabras acusadoras de las “fuerzas verdes”. El circuito todavía no se ha construido.

Hace ya un tiempo, publiqué una entrada creo que interesante, donde el abuelo Ecclestone ponía precio a la posible incursión de Argentina en el calendario de la F1: 50 millones de dólares ¿Les salen las cuentas? Alrededor de 60 millones de euros cuesta la bromita.

Y diréis los lectores ¿y todo esto a qué viene? Vean la siguiente foto:




La isla de la Palma (una de las cuatro islas pertenecientes a la provincia de Santa Cruz de Tenerife) fue castigada en agosto de 2009 por un terrible incendio, que asoló grandes áreas forestales, causando un muerto y miles de desplazados. Muchos restos de ese incendio quedaron depositados en el monte. En diciembre de ese mismo año se produjeron en la misma zona unas lluvias torrenciales, en las que se contabilizaron 500 litros por metro cuadrado en tan solo 48 horas. Los restos del incendio corrieron monte abajo y destrozaron todo lo que entrontraron a su paso, incluida la carretera de la fotografía, en el municipio de Fuencaliente.

A día de hoy, esa carretera no se ha arreglado por falta de medios.

La red de carreteras de la isla de la Palma es muy limitada debido a su peculiaridad orográfica. Enormes pendientes hacen que la construcción de vías alternativas sea considerada de locos, y por ello, en muchos lugares no existen caminos alternativos. Atravesar esa carretera con un vehículo cualquiera nos llevaría alrededor de dos segundos. Actualmente hay que rodear media isla para llegar desde un lado del boquete al otro, es decir, alrededor de una hora de camino, con el consiguiente perjuicio, gravísimo, para las personas que deben desplazarse diariamente de un lado a otro del boquete.

¡Y me vienen ahora con milongas de circuitos para la F1! ¿Y se quieren gastar no sé cuantos millones de euros en hacer un circuito sin tener arreglada una simple carretera? Señores políticos, dedíquense a trabajar por el bien efectivo, diario y funcional de la comunidad, dejándose de invertir medios humanos y materiales en bobadas como un circuito nuevo. Lo primero es la necesidad y lo segundo, el ocio, y una pista de carreras es para eso precisamente.

¿Y lo peor? Como en el caso de los argentinos, si preguntan a los habitantes de Tenerife sobre la conveniencia o no del circuito para la F1, seguramente ganaría el "sí", pues en épocas de necesidad, las personas necesitamos un "opio del pueblo" cualquiera, que antes era la religión, y ahora, en tiempos en los que la moral religiosa anda en crisis, las carreras de F1 son una buena y feliz alternativa al olvido.


Evidentemente un circuito sería (será, porque lo van a hacer) un reclamo importante en la zona, generando así puestos de trabajo y beneficiando la riqueza del territorio. Pero lo primero es lo primero, y cuando tengamos lo básico atado y bien atado, entonces dedíquense a gastar el dinero de los contribuyentes como buenamente quieran, que para eso les votan.

¿Y mi carretera? Iluso de mi...

"Los políticos son siempre lo mismo.
Prometen construir un puente aunque no haya río"
Nikita Jrushchov 

1 comentario:

  1. Y lo peor no es eso Guajolote , lo más vergonzoso es que los intermediarios o "conseguidores" de la licitación, son unos personajes que están imputados en delitos de estafa y alzamiento de bienes.
    Sus andanzas son archiconocidas en Mallorca, Lanzarote, Tenerife y también en la isla bonita.
    Espero que la justicia tome CARTAs en el asunto.

    ResponderEliminar

En "El Guajolote Sagrado" agradeceremos todos los preciosos textos que con que nos deleitarás, pero pero si escribes una guajolotada abominable, mejor que mejor.

No le faltes al respeto a ´naiden´