
La Palma.- Recuerdo con añoranza la época en que tenía tiempo para leer. Aquellos días en que leí Cinco semanas en globo, Miguel Strogoff, las fábulas de Samaniego, permanecen en mi vivencia como el tiempo en que empecé a descubrirme. Recuerdo también cuando mi madre me compró una colección de libros de Julio Verne, bueno, en realidad no me los compró a mi, pero me gustó tanto aquello que me los agencié. Devoré esos libros.
Y recuerdo uno que viene al caso en estas historias actuales de pilotos, Briatores y demás, no de los mejores de Verne, pero sí que ilustrativo: “Keraban el testarudo”.
Keraban era un señor turco que vivía en la parte europea del Bósforo y que tenía su negocio al otro lado de este estrecho que separa ambas turquías. El hecho es que Keraban se desplazaba todos los días a su negocio alquilando un taxi-barca, y un día concreto, al llegar al embarcadero, le dijo el barquero que los niños bonitos sí que pagan dinero, y además, la tasa por el traslado la había subido el gobernante de turno.
Keraban, como buen testarudo él, se negó a pagar la tasa y dijo que llegaría al otro lado por sus medios. El hombre accedió a la otra orilla rodeando el Mar Negro y multiplicando por mil la pequeña tasa con que habían gravado el trensporte en barca. Todo un cabezón, sí señor.
Pues hay un señor, paisano de mi admirado Julio Verne, que está ciego con correr en la F1. Este señor estuvo rondando por la vieja Europa hasta que su mentor, el malogrado Paul Newman, le atrajo a su equipo de la Champ Car, Newman/Haas. A partir de ahí nuestro piloto estuvo flirteando con Renault F1 y a la vez, se dedicó a ganar cuatro títulos en el citado campeonato. Pero su mira era la F1.
Nuestro amigo quería en un principio tener un coche aceptable y demostrar toda su valía en la F1, demostrar que era el más grande. Muchos contactos y temporadas que tenían que volver a repetirse en la Champ Car por no cuajar una dichosa y definitiva oferta en la categoría “reina”. Y esto es lo que comenzó a ser la F1 para nuestro amigo, Lanzarote y su amada Ginebra, la reina que podría poseer un día, pero de una forma efímera, su reina inalcanzable.
Al pasar los meses, nuestro piloto bajó su nivel, y su ansia por ir a la F1 le llevó a cometer el gran error, aceptar cualquier oferta, es más, buscó desesperadamente cualquier oferta, se vendió como puta barata al individuo más maloliente, Toro Rosso y su completa mediocridad.
Nuestro amigo abandonó USA con honores y con la puerta abierta para cuando quisiese regresar, regreso no pactado y evitado por el testarudo.
Llegó a su sueño, Europa y su maniática, soberbia y viciada F1. La ilusión intacta y los admiradores ilusionados porque el crack, el hombre genial, llegaba para demostrar a todos, o quizás a sí mismo, que era un hombre todo uno con su máquina.
La realidad llegó en Australia 2008, su primera y mejor carrera. Recuerdo que fue una carrera ratonera, con el Pace Car, perdón, el Safety Car, apareciendo para sembrar el desconcierto en todos, menos en nuestro piloto, que estaba más que acostumbrado a esos lances debido a su larga estancia en los circuitos americanos. Llegó a estar en cuarta posición con su trozo de acero y flirteando con un posible lugar en el podio en su primera carrera. Llegaba y triunfaba, pero una avería mecánica le cerró definitivamente las puertas de la F1 en su primera puesta en escena.
La temporada 2008 avanzaba y el rendimiento de los Toro Rosso iba a peor, pero el excelente trabajo de dos maravillosos pilotos y un magnífico jefe de equipo (Gerhard Berger) hicieron que el equipo asomase por encima de otros mucho mejor montados. Llegó Monza y una clasificación genial para nuestro piloto y su compañero (que terminó ganando la carrera). Quizás era su última opción de demostrar algo que la suerte o quién sabe qué diantres se negaba a otorgar su favor a nuestro "lemanceau". El coche se le paró antes de dar la vuelta de calentamiento. Carrera terminada y fin de la F1 para él.
Terminó la temporada y su compañero se fue al equipo grande del jefe Dietrich. Nuestro amigo contaba con asiento pero no se le confirmaba. Comenzaron a aparecer nombres que bailaban en su puesto y en el de su compañero alegremente. Llegó a tener hasta tres competidores para su asiento en un coche que iba a ser un tractor monocilíndrico en 2009. Las puertas en USA se le volvieron a abrir para recalar nuevamente en Newman/Haas/Lanigan Racing, pero nuestro testarudo amigo desestimó la oferta de volver al máximo nivel de América para hundirse en la desconsideración de un patrón que le faltaba al respeto al no hacer oficial su ya aceptado nombramiento como piloto de la escudería de Faenza. “Mi meta es la F1”, decía nuestro amigo ¿F1 a qué precio?
Finalmente se anunció su contratación para 2009, y nuestro testarudo amigo, feliz con su tractor ¿dónde esperabas llegar, Sebastián?
La temporada 2009 fue, como esperaba este escritor metido a visionario aficionado, un completo desastre y, tras la carrera de Alemania (qué destructivo ha sido este país para la F1 en las últimas semanas), tito Mateschitz dijo que se cansó de su testarudo piloto y que se quedaba con Jaime “Repsol” Alguersuari. Decepción e incredulidad por parte de nuestro piloto que anunciaba demandas para obtener sabe Dios qué ¿otra vez tu asiento en el tractor?
Ahora se le abre nuevamente el universo América, las IndyCar Series, pues con el abandono de Robert Doornbos de la escudería ex de nuestro testarudo, Newman/Haas/Lanigan Racing, le queda un asiento libre casi del máximo nivel en la IRL.
Pero del empecinado dicen ahora en su web oficial que su fin sigue siendo la F1 y que está en conversaciones con otros vendedores de tractores, USF1, para ocupar un asiento en 2010.
Mi querido testarudo, déjalo ya y no sigas arrastrándote por los circuitos y los despachos. Despide a tu manager, Nicolás Todt, que te ha vendido muy mal... o no lo hagas, pues su padre seguro le da buenas opciones en la FIA y hasta estarás algún día aplanando el culo en un despacho siendo supervisor de alguna categoría creada por los caprichosos de la FIA. La F1 no es para ti. No te quiere.
Como dijo el Maestro Orroe “c´est la vie”.
Este señor, como sin duda ya saben, se llama Sebastièn Bourdais, mi Seb, Sebastián el testarudo.
Martin tu mejor entrada para mi gusto de todas las que te he leido, ambos teniamos demasiada fe en Seb. Si de verdad quiere seguir a toda costa solo puedo decir que es un idiota.
ResponderEliminarFelicidades Martín! Es un placer leer vuestros artículos. No se si podré llegar a vuestro nivel alguna vez, pero intentaré aprender de vosotros.
ResponderEliminarYone ;) Gracias por tus palabras. La verdad es que llevaba un par de días dándole vueltas al tema de Bourdais, desde que vi que sonaba para USF1. Por favor, que se vaya de una vez a la Indy.
ResponderEliminarMikel :) Todos aprendemos aquí, y sobre todo disfrutamos y hacemos partícipe al mundo de nuestras pasadas de frenada. Yo la verdad es que no me pongo transcendental muy a menudo, pero llevo como un mes que escribo algo más profundo... son épocas. Y no luches por llegar al nivel de nadie, solo aprende de tí mismo y aplica lo aprendido. El fijarte en otros puede ser un error ¿quién crees que es el más criticado y odiado? Si, yo mismo, que hasta en el Brasil me prohiben la entrsada desde que hablé de Castroneves ;) Vaya ejemplo que doy
Excelente post Martín. Pero yo logro entender algo de la motivación de Bourdais por querer permanecer en F1...No nos digamos mentiras, si Sebastien regresa a Estados Unidos, ya no estará en la otrora Champ Car, donde dominó a placer y era amo y señor de la categoría. Para su ya maltrecha imagen, no quedaría nada bien enfrentar y muy posiblemente ser superado por los Ganassi Boys (Dixon y Franchitti), la armada del capitán Penske o Tony Kanaan y salir por la puerta de atrás de la F1, para ir a instalarse en la mitad de la tabla en la Indy Car lo dejaría muy mal parado al francés.
ResponderEliminarCierto Enrique ;) Newman Haas no esel equipo puntero de la ChampCar, aunque sinceramente creo que con le francés y Graham Rahal lo volvería a ser en pocos meses.
ResponderEliminarLa cuestión creo que hay que enfocarla en sus opciones. Y la F1 parece que ya no es opción. Sí, está la resistencia, pero su vuelta natural sería la Indy, pues la Nascar sería territorio inexplorado para él y no tendría el par de años de crédito que tendría en la IRL.
En lo que creo tienes toda la razón es que la aventura europea se ha cargado todo el crédito que sus años en la champcar le dieron, y ya no está para hacer tonterías.
Saludos Enrique y gracias
Este Seb me cae bien y creo que es un sentimiento bastante extendido. Creo que no se han portado como debían en Toro Rosso y que ha coincidido con dos compañeros que le han usado de liebre y le han superado con creces por tener más hambre de triunfo que él y creo que ha necesitado más tiempo de adaptación al estilo de la F1 y, en lugar de eso, ha recibido más presión por la moda de comparar se con pilotos más jóvenes. Pero algunos en su pecado pueden llevar la penitencia y por ejemplo Buemi el GP pasado cometía un error quizá por sentirse intimidado por la frialdad de Jaime y éste, simplemente(nada más y nada menos), no cometió errores y acabó la carrera. Yo creo que es hasta posible que como alguno que ya tenían enterrado como a Button, de repente le dan un coche con cierto "punch" y acaba sacando lo mejor de sí mismo cuando se les tenía por desahuciado. Yo lo veo más como una huída hacia adelante porque a veces no hay a donde volver.
ResponderEliminarSaludos, gran entrada.
la mejor nota que hemos tenido sin duda, estoy de acuerdo contigo, el piloto tiene talento pero su testarudez nu deja que este salga a la luz.
ResponderEliminarasi le paso a nigel manssel que termino en la indycar el año despues de haber ganado el campeonato mundial de formula 1.